24 de octubre de 2011
Descubriéndonos capítulo 16
DISCLAIMER
Los personajes pertenecen a S. Meyer y la historia es de mi autoría.
Lunes… Un bodrio, o sea todo inmensamente aburrido. Nada
particularmente emocionante que destacar o contar. Salvo algo que si me molestó
muchísimo y fue el hecho de ver a MI Bella hablando con el idiota de Tony en la
cafetería y con Lee en la clase de historia- esto último me lo contó Jasper.
Martes… Igual. Lo único que me alegró el día fue cuando pude
arrinconar a Bella en un pasillo desierto y robarle un beso cargado de hambre
de ella.
Qué feliz me sentí cuando ella simplemente se dejó hacer sin
rechistar o reclamarme nada luego. Disfrutando de aquel breve pero tan intenso
momento.
Miércoles… No podía más. Tras separarla del grupo camino a
la biblioteca y besarla a conciencia, sentí un deseo irrefrenable de cargármela
al hombro y llevármela a repetir lo del domingo.
Creo que ella estaba igual ya que a los pocos minutos de
soltarla me llegó un texto de su parte al celular.
“Hoy puedo salir un
rato a la tarde ¿Te apetece ir al claro?” B.
“Claro, ya sabes que
sí. Te espero a la salida. E.”
“De acuerdo. De todas
formas me iré sola a dejar la camioneta ¿Ok? B.”
“Bien. Nos vemos luego
preciosa. E.”
Ambos nos miramos y sonreímos con complicidad mientras que
nuestros amigos seguían en su mundo sin siquiera notar nuestro extraño
intercambio.
Y es que; Definitivamente me estaba convirtiendo rápidamente
en un adicto a ella. A su persona, a su sabor, a su tacto, a la electricidad
escalofriante que recorría mi cuerpo cada vez que estábamos juntos. A su aroma
embriagador. Toda ella era como el canto de una sirena para mí. Cómo ansiaba
estar a su lado.
.
.
¡Las horas no pasaban más!
Mierda. Quería gritar… Pero, no creo que fuera buena idea
considerando que me encontraba en el medio de la clase de español y que la
profesora Carmen era una bruja demasiado estricta. Que lata, pensé bufando.
-Señor Cullen ¿Hay algo que le moleste de mi clase?- Uy,
encima esto.
-No profesora, disculpe- dije orgullosamente con mi
impecable acento.
Ella asintió y siguió a lo suyo mientras yo perdía mi mirada
en el verde paisaje del ventanal a mi izquierda. Mierda, llovía.
-Ja ¿Y cuándo no idiota?
¡Esto es Forks tarado! Aquí si no llueve, nieva y si no nieva, garúa ¡Por Dios!
¡Creciste aquí!
-Y aquí venía de nuevo mi tan AMADO, nótese el sarcasmo, de
mi monstruito particular a joderme la poca paciencia que me quedaba hoy por la
ansiedad de querer llegar al fin al término de la jornada.
-Bah, no te hagas ¿Eh?
Yo soy una parte fundamental de tu muy jodida y retorcida mente ¿Si no por qué
crees que me veo tan idiota como tú? ¿Por gusto? Naaaa… Tú me creaste… Ahora te
aguantas. Es lo justo.
-¡¿Justo?! ¿Justo para quién?
-Daaa… Pues para mí.
Si yo tengo que aguantarte a ti hasta en tus estúpidos sueños, lo mínimo y más
lógico es que tu debas aguantarme a mí en tus momentos más inoportunos-
dijo mientras yo lo veía pasearse por el marco de la ventana por la cual miraba
momentos antes.
Era casi “chistoso” ver como mi propia mente me quería
traumar viendo estas porquerías.
El enano mini yo me fulminó con la mirada en cuanto pensé en
aquello.
-No te voy a hacer
caso porque me encuentro tan desesperado de ver a nuestra Bella como tú ¿Ok?
Qué mierda de lugar. Tanta materia tonta que nunca voy a usar. Bahhh…-
gruñó con molestia.
Lo entendía la
perfección y es que… ¿Díganme? Si yo no voy a ser historiador ¿Para que quiero
saber cada puta fecha de cada puto presidente o rey en la historia mundial?
¿Por qué tengo que aprender a disecar una rana si no iba a ser veterinario ni
biólogo? Y sobre todo ¿Por qué? ¿Por qué tenía que estar estas dos últimas
putas horas sin mi Bella?
-“Nuestra” Bella
querrás decir, imbécil.
-¿Cómo que nuestra? Tú sólo estás en mi mente hasta que
pueda estar más cuerdo y tranquilo y te pueda borrar de mí.
-Jajajajaja, eso es lo
mismo que decir que quieres que te borren parte de la memoria, de tu vida, de
ti mismo, ¡Tarado!- gritó claramente enojado y parándose frente a mí con
los puños apretaditos a los lados.
-¡Sr Cullen!
-¡¿Disculpe?!
-Eso mismo digo yo. Haga el favor de dejar de murmurar y
andar gruñendo en mi clase. Y retírese del salón inmediatamente.
-Disculpe profesora- dije aun en español y apresurándome a
juntar mis cosas del lugar y retirarme lo más pronto y desapercibidamente
posible. Mientras que el estúpido monstruito de mi cabeza hacía burla
mostrándome el trasero ¡Vaya! ¿Así me vería yo?, pensé en medio de aquella
burla absurda.
Decidí irme un rato a la cafetería para matar el tiempo.
15 minutos. Sólo eso faltaba.
Me fui hacia la salida para evitar la muchedumbre.
En esas estaba, viendo hacia la salida como todos salían
como el ganado y mirando como un desquiciado a ver si lograba verla, cuando…
Bueno, eso fue hasta que
una blusa verde fluorescente apareció frente a mis ojos bloqueándome
toooodoooo el panorama. Hmm… Una blusa femenina, o sea, estaba mirándole las
tetas a…
-Hola Eddie- dijo una voz más que chillona y muy empalagosa.
Levanté de a poco la mirada para encontrar a la dueña de
aquella voz viéndome con una mirada lujuriosa y con lo que se “suponía” debería
ser una pose sexy. Guácala.
Sí, es cierto, yo me la tiré un par de veces, bueno, no
“Tirármela” en todo el sentido de la palabra pero… Sí, fue una de esas con las
que tuve mis “beneficios”.
-Eddie, hace mucho que no me llamas lindo ¿Por qué no vamos
ahora un rato a mi casa y…?
-Lauren yo…
-WOW “Eddie”- oh, no-, disculpa que te interrumpa ¿Okey?-
mierda- pero ¿Sabes? Me voy a casa no me siento con ganas ya de salir, hablamos
luego. Claro, cuando te desocupes- dijo echando fuego, hielo, humo y todo lo
que una mirada furiosa pudiera tirar, porque sí, estaba furiosa y era bastante
OBVIO.
-Be…
-Bye- dijo canturreando la palabra con un tono totalmente
falso al igual que su canturreo girándose para irse.
-Que buena ‘amiga’- murmuró la estúpida que aún tenía frente
a mí- ¿Dónde estaba? Ah, sí, bien, hoy no hay nadie en casa, así que podemos…
-Lauren- dije interrumpiéndola y gruñendo por la bronca que
tenía. Maldita Lauren ¡Y maldita Bella!
-¿Sí, Eddie?
-Primero, no me llames Eddie y segundo, olvídalo, no quiero
saber nada más contigo ¿De acuerdo?
-Pero… -comenzó a decir obviamente consternado ante tan
rotunda negación.
-Olvídalo ¿Quieres? Adiós- dije.
-¡Eddie!- le escuché gritar detrás de mí.
No me importó. Seguí mi camino hacia la única persona con la
que quería y necesitaba estar.
Busqué la camioneta roja tan particular de Bella. Nada.
Mierda. Debería de haber corrido para lograr irse tan
rápido. Y eso sólo significaba algo… Problemas. Problemas para mí.
Corrí hacia mi volvo y arranqué a fondo, dejando varias
caras de sorpresa e incredulidad a mi paso.
¡Cómprense una vida mierdas!, grité en mi mente hacia todos.
Aceleré, aceleré… Y luego desaceleré.
Ir a lo loco como un desesperado detrás de ella no era una
buena idea.
Yo, loco + ella, furiosa = Inevitable pelea.
No. No quería eso.
Reduje la velocidad
hasta ir a unos muy verdaderamente tristes 80km/h- eso para mí ya era demasiado
leeeento.
La reacción de Bella. Su enojo ¡Eran celos! ¡Bella mi Bella
estaba celosa! Pero ¿Por qué? ¿Simplemente porque pensó que elegiría a Lauren
antes que a ella?... ¿O por mí?, Por imaginarme a mí con otra. Arrgg… esto de
la mente femenina era un verdadero misterio en verdad.
Uy, uy, uy… Sin duda alguna esto se estaba poniendo
interesante ¡Con una mierda! Si esto era de verdad por celos… ¡ESTO ERA
PUTAMENTE GENIAL!
-¡JA-JA-JA! Explícame
pequeño idiota ¿Qué tiene de genial el que Bella esté hecha una furia por
nosotros? O el que te haya dejado ahí a merced de la oxigenada lujuriosa esa
como filete servido en bandeja de plata ¿Eh?
-Ugghh ¿Otra vez tú? ¡Ya vete de mi mente!- grité en voz
alta ya que eso no importaba.
Estaba “solo” gritando en mi auto a… “Mí mismo”… Sacudí mi
cabeza ante lo absurdo y contradictorio de mi propia frase.
-¡Deja de pensar
idioteces! Carajo Cullen, si ella te mete una patada será por idiota, eso es
seguro- dijo, luego bufó.
-¡Ya salte de aquí!
-JA-JA-JA-JA-
canturreó en tono de burla- ¡Mira en
donde estás tarado!
Miré para todos lados como desorientado y caí en la cuenta
al ver delante de mí a la gran mancha roja del armatoste del monovolumen de
Bella. Genial.
Decidí ir a lo seguro primero enviándole un mensaje.
“Bella, estoy en la
puerta sal.”
Al cabo de un laaaargo minuto, me llegó la contestación.
“¿Y qué demonios haces
aquí?”
“Pues habíamos quedado en ir al claro antes de aquel
arranque tuyo ¿recuerdas? Porque yo sí… Ábreme.”
Para aquel entonces yo ya estaba de camino hacia la puerta
de entrada para tocar suavemente al llegar.
Esperé, esperé… y esperé.
Mierda ¿Acaso no pensaba abrirme?
Automáticamente tras
pensar aquello sentí el click del
pestillo al correrse y el abrir de la puerta lentamente.
Una Bella con cara de muy pocos amigos asomo sus narices a
través de la pequeña rendija.
Por una vez no iba a medir consecuencias ¿Ella estaba
celosa? Pues bien. Le quitaría aquella absurda idea de la cabeza de la mejor
forma de demostrarlo que sabía y se me ocurrió.
Empujé con mi hombro la puerta hasta quedar frente a ella.
Así, y tan rápido como pude, fue que la empujé con mi cuerpo
hasta chocar la pared con la espalda de ella.
Le tomé la cintura con mi mano izquierda y la nuca con la
derecha, bajando con fuerza y fiereza mi boca ardientemente deseosa de ella
hacia la suya.
El beso subió de temperatura de cero a cien grados en
cuestión de segundos. Y se elevó, y se elevó, y se elevó… Y se elevó, no sé si
entienden SE-E-LE-VÓ.
Ya no estaba pensando coherentemente.
Ya no pensaba, punto.
No me pregunten cuándo o cómo, sólo sé que en cierto momento
que logré abrir los ojos noté- vagamente- que ya no estábamos en el hall de
entrada sino en la casi cima de la escaera rumbo al primer piso, más
específicamente llegando a la entrada del cuarto de Bella.
No me importó. No me importaba nada más que los labios que
estaba besando y la piel que estaba tocando.
Movimientos, ropa, roces, piel, ¿Colchón?
Sí.
No sé cuánto, pero, algunos momentos después vi que ambos
nos encontrábamos ya desnudos de la cintura para arriba y en proceso de estarlo
de la cintura para abajo.
¿WTF?
-Be… ¿Bella? Yo… -comencé, aunque no tuviera ni idea de cómo
continuar.
-Sigue Ed… Quiero esto… Por favor… Yo- dijo tras varias
respiraciones profundas y costosas.
MIEEEERDA…
¿Y ahora qué?
Bueno, la educada retirada NO era una opción.
Cogérmela hasta desmayarla tampoco.
Ufff…
De acuerdo.
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Hola, donde estan los demans capis T.T
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