10 de octubre de 2011
El problema de mi sexóloga... cap 15
Disclaimer:
Como siempre, los personajes son de S. M., yo sólo juego con ellos.
**NOTA
IMPORTANTE: ESTA HISTORIA
TENDRÁ UN ALTO CONTENIDO SEXUAL, ASÍ QUE SI ERES MENOR O NO TE GUSTA LO FUERTE
¡¡NO LEAS!! (Sólo apto para gente con mentalidad abierta).*
--------------------------Este
fic tendrá MENNAGE hetero- bi y homosexual.---------------------------------
BPOV.:
¿Hice lo
correcto? ¿Debería cancelar? ¿Debería decirle que sólo venga él? ¿Qué sólo
venga Edward? ¡¿QUÉ MIERDA HAGO?!
¡No lo sé,
no lo sé, no lo sé!
Mierda ya
ni sé que carajos quiero.
Tengo
miedo. Mucho.
He estado
pensando toda la noche, la mañana y ahora toda la tarde en ello. Dudo. Eso no
es bueno. Yo no puedo dudar, no puedo flaquear. Yo no me puedo dar el lujo de
confiar otra vez. Dolió tanto, aún duele. La traición, el desamor, el quiebre
de una ilusión. Dolió, duele ¿Dolerá siempre? ¿Por qué no puedo amar? ¿Por qué
no puedo ser normal? ¿Por qué no puedo tener una adicción normal al menos? Ok
eso no, pero… Lo único que siempre pedí era tener sólo un apetito sexual
normal. No uno que terminase espantando.
¡Dios! Si
tan sólo al ir paseando, más de una vez me he encontrado mirándole el “paquete”
a más de un hombre con hambre voraz. Desconocidos. Hombres de familia, hombres
jóvenes, hombres de edad pero bien cargados ¡Qué suerte que no soy pedófila si
no ni los niños se salvaban de mis lujuriosas miradas! Carajo, estoy tan
jodida. Me siento jodida.
¿Qué puedo
esperar de mí en veinte años? Por más que me mantenga en forma ya no tendré la
juventud que tanto llama la atención en los hombres, y de seguro me será cada vez más y más difícil
satisfacer mis necesidades.
Me veo
sola, muy sola.
Ni siquiera
puedo permitirme el pensar en ser madre soltera ¿Cómo podría? ¿Y si en algún
momento antepongo mis necesidades a la de mi hijo? Y eso por no hablar de lo
difícil y sombrío que sería para mí sin una pareja. No tengo más familia así
que, sólo sería yo, por siempre yo. No quiero condenar a mi hijo a la soledad.
No. No hay ningún futuro glorioso y prometedor para mí. Dios, estoy deprimida,
Ja ¿No se nota acaso?... Y ahora muy enojada ¿Por qué ellos me hacen pasar por
esto? ¿Por qué me hicieron recordar todo lo que no puedo ni podré tener? Que
crueles son… Pero ellos no saben ¡Debo decirlo? ¿Debería desgarrar mi alma ante
ellos para que al fin entiendan por qué no puedo ceder? ¿O miento? No, nunca
fui una buena mentirosa- suspiré-. La verdad será entonces. Pero…
Unos golpes
en la puerta me distraen de mi enfermo monólogo.
JODER
¡DIOS! MIERDA. CARAJO. PUTA MADRE ¡No quiero abrir! ¡Por favor!
Cierro el
caos de mi mente mientras cierro los ojos y me enfoco en figurar los números
del cinco al uno para calmarme. Funcionó. Respiro. Me paro. Camino y vuelvo a
respirar. Abro.
-Hola. Dijo
Jacob tan perfecto e impecable como siempre.
-Hola
Bella- dijo Edward con un amago de sonrisa
Estaban nerviosos, se notaba. Yo lo notaba.
-Hola. Adelante- dije.
Mi voz suena hueca, lo sé, la oí. Y sé que ellos lo notaron
también. Lo siento chicos, es lo que hay. Sí, estoy hueca, estoy vacía. Estoy
jodida.
Ellos pasaron y cerré la puerta dando un respingo cuando
sentí el click de la puerta anunciando en cierta forma lo que yo consideraba m
sentencia. Hora de actuar.
-Pasen. Edward, ya sabes por donde- dije aun manteniendo mi
voz monocorde.
Ambos me miraron y se miraron entre sí. Luego Edward se giró
hacia el consultorio y Jacob lo siguió de cerca. Yo los miré desde atrás y tras
un tembloroso suspiro los seguí.
No sé por qué, pero tenía miedo de hacer lo que sabía que
debía hacer. Era una locura ¿Por qué me sentía como si fuese un error? ¿Por qué
quería salir corriendo?
El miedo se vuelve un ente demasiado poderoso cuando uno le
da cierto poder.
Tenía la sensación de que en algún puto esta era una prueba,
una oportunidad. Pero mis miedos, tan arraigados como mi piel, me nublaban y
enjuiciaban mi mente y mi razón con sus recuerdos.
Llegué dentro y los encontré sentados uno al lado del otro
en el sillón
¡Dios! De sólo ver el sillón me dan ganas de…
-¿Bella?- me preguntó Edward- ¿Estás bien?
¿Estoy bien? ¡NO, por supuesto que no estoy bien idiota!
Quiero golpearlo tan solo por preguntarlo siquiera.
-Sí- contesto en cambio.
-Bien- ahora habla Jacob-. Bella hemos hablado largo y
tendido ayer por la noche luego de lo sucedido poniéndonos al tanto de lo que
hizo uno y otro. No más secretos. Sin embargo, ambos reconocemos que ninguno a
manejado esta situación de la mejor manera, aunque realmente no sé si hubiera
habido una manera correcta o idónea- dijo haciendo una mueca, más para sí que
para mi-. A pesar de eso nosotros no queremos perderte, eres muy especial para
ambos y de verdad que creemos que esto podría funcionar para todos. No estamos
hablando de amor, no todavía al menos. Tanto Ed como yo mismo te conocemos hace menos de un mes y eso no considero que
sería enteramente real. Pero a la vez, no podemos negar que tú nos atraes de
una manera muy particular y única, y que lo más probable es que lo hagamos con
el tiempo, cada uno a su forma. Te queremos con nosotros, para nosotros,
queremos estar a tu lado, queremos…
-Alto- dije incapaz de soportar escuchar una palabra más de
eso.
No, no podría manejarlo. Inspiré y exhalé profundo un par de
veces antes de poder volver a hablar.
-Lo siento. Pero no puedo. Por favor, déjenme terminar- dije
al ver que ambos iban a decir algo-. Me siento profundamente halagada de que me
hayan elegido como su… “Compañera”, pero… No puedo, lo siento. Yo no tengo un
futuro en familia. Yo no tengo familia. Estoy sola y lo estaré. Ese es un
simple hecho que he aceptado desde hace mucho. Como les he dicho ayer, yo no
puedo estar en una relación estable y creo que lo mejor será decirles
claramente los porqués- tomé una honda respiración evitando arduamente las
miradas fijas de ambos-. Primero que nada debo contarles algo de mi pasado.
Y aquí comenzaban las vívidas imágenes de mis tortuosos
recuerdos. Gracias chicos, pensé irónicamente.
-Yo tenía diecisiete años y estaba de novia, estaba
enamorada hasta la locura de él, casi insanamente lo reconozco. Él lo era todo
para mí, pero yo no para él. Cuando descubrí que era… Ninfómana yo llevaba con
él unos siete meses de relación y ya todo estaba “raro” entre nosotros. Yo me
sentí sucia enferma, por lo que después de la noticia, corrí a sus brazos en
busca de consuelo contándole todo ¿Saben lo que pasó?- pregunté si esperar
verdaderamente por una respuesta- Él se… Burló de mí, me trató de puta barata y
me basureó de ahí en más, pero aun así, y por más extraño que parezca, siguió
conmigo… Y yo con él. No entendí por qué él aun así me seguía aceptando, pero
tampoco lo cuestioné, como dije: yo lo amaba. Él me maltrataba delante de su
grupo de amigos y yo sólo atinaba a quedarme allí, callarme y esperar. Él se lo
dijo a todos y todos comenzaron a atacarme y a burlarse. Yo con mi vergüenza no
hice absolutamente nada. Una noche Fé… Él me llevó a una fiesta- caminé hacia
una pared cercana para apoyarme en ella, necesitaba aquel apoyo en aquel
momento- No voy a entrar en detalles, sólo diré que él puso algo en mi bebida y
que me emborrachó. Más tarde me enteré de que todo había sido planeado ya que
el fin era llevarme al medio del bosque donde sus amigotes estaban esperando
para darse la fiesta completa conmigo. Tuve suerte, mucha suerte y aquello no
pasó. Un chico de la fiesta me vio mal y se ofreció a llevarme a casa. Para
resumir resultó que yo le gustaba y desde ese día dejé a Fé… Perdón, a mi novio
atrás y comencé a verme con este chico. Era bueno, pero jamás le permití llegar
a mí por más que lo intentó. Aun somos amigos y nos vemos esporádicamente. En
fin, esa fue la primera y única vez que me permití creer, amar, confiar. Todo
eso MURIÓ con él y no hay vuelta atrás. No voy a correr ese riesgo otra vez, no
lo soportaría y es la pura verdad. Desde entonces he estado con más hombres de
los que siquiera puedo recordar y de los que incluso quisiera hacerlo. He hecho
demasiadas cosas de las que me avergüenzo luego, pero que a lo hecho, hecho
está. También he estado con alguna mujer, pero no es lo mío. Mi límite es
claro. Una vez que comienza a ser algo serio o comienzan a mezclarse los
sentimientos y emociones; es hora del adiós. Yo soy una chica de paso, NO soy
la novia. Soy la que se cogen contra la puerta sucia dentro del baño en algún
club a plena vista, NO la que presentan a sus padres ¿Lo entiendes? No estoy
diciendo que me guste eso o no. Estoy diciendo que así es como es. Y… les juro
que por momentos los odio a ambos –mi mirada seguía baja, nunca en sus ojos, no
si quería decirlo todo-. Ustedes tienen la culpa de que recordara tantos sueños
tontos que no puedo tener, ustedes me hicieron desear y eso para mí es sólo una
muy jodida trampa. Tan sólo les diré que lo siento pero que no puedo, y que les
deseo suerte.
-Bella- no sé quién carajo habló porque no lo vi pero creo
que fue Ed.
-No. Es cierto que acordé en hablar con ustedes, pero ya no
puedo permitirme eso, no puedo permitirles que me convenzan de algo que no será
bueno para mí- dije con voz glacial mirándolos de frente por primera vez después
de soltar todo aquello.
El silencio que siguió fue, irónicamente, ensordecedor. El
mundo parecía haber desaparecido a nuestro alrededor.
-De acuerdo- dijo Jacob mirándome fijamente.
-¡¿QUÉ?!- gritó Ed.
Yo lo miré absolutamente desconcertada también. Jamás creí
que fueran a ceder tan rápidamente.
-Tiene razón Ed. Ella tiene miedo. Mírala, ni siquiera puedo
decirnos toso esto a la cara. Se nota a leguas que está aterrada de confiar y
que la defrauden una vez más. Yo sé que nosotros no lo haríamos, pero… Su mayor
miedo es a jugarse sin garantías. No lo va a hacer Ed- le explicó Jake a Edward
hablándole como si yo ni siquiera estuviera presente para nada.
-Pero…-Jake lo miró y negó. Ed suspiró en respuesta.
Ambos lucían caras tristes y hombros caídos. Todos nos
quedamos mirando al suelo duramente unos horribles minutos.
Me sentí enferma. Estaba triste, me dolía la cabeza, los
ojos me latían. Me sentía más sola que nunca y me mataba el hecho de pensar que
una vez que salieran por mi puerta… No los volvería a ver.
-¿Bella?- preguntó Ed. Yo levante la vista para mirarlo.
-Ed no…
-Tranquilo Jake, lo sé- se miraron, hablando sin palabras.
-¿Sí Edward?
-¿Puedo… Podría decirte algunas cosas desde mi punto de
vista?- dudé pero asentí. Creí debérselos aunque no sabía porque.
-Bien. Primero que nada, lamento lo que te pasó con aquel
idiota de tu novio- yo sonreí-, eso… Te marcó, muy hondo, se siente, pero… Lo
que creo es que es una soberana estupidez dejar que tu pasado rija y limite tu
futuro; No, déjame terminar por favor- dijo cuando vio que yo abría la boca
para rebatir aquello, volví a asentir pero con mi ceño fruncido-. Estás dejando
que una mala experiencia te corte la posibilidad de un futuro que nunca
imaginaste junto a nosotros. Piénsalo. Como te ha dicho Jake, nosotros no
estamos hablando de amor todavía, quizás con el tiempo pero, mientras tanto…
Imagínate por un momento que no estarías sola, no tendrías a una, sino a dos
personas, a dos hombres preocupándose por ti, porque en verdad ya lo hacemos.
Incluso sí. Incluso si en un futuro no vemos amor, por lo menos tendremos un
cariño, una preocupación sincera por ti, afecto. También debes de tener en
cuenta en que con nosotros podrías tener un niño- me tensé-, una familia, un
futuro, eso ya te lo había dicho antes. No te prives de lo que podrías tener
sólo por miedo Bella- finalizó él.
¡JA! ¿Es que acaso estaba loco, sordo o que mierda? Creí
haber sido clara cuando dije que no quería oír cosas para convencerme ¿O no?
Exacto.
Pero luego pensé… ¿Y qué pasaría si tienen razón? ¿estoy tan
atrapada en mi miedo que no logro ver más allá de él? ¿Y si me pierdo esta
oportunidad y pierdo más de o que alguna vez soñé tener? No, no, no. Tonta,
tonta, tonta. Ellos quieren confundirte, quieren que cedas, que accedas… pero….
Analicemos esto por cinco minutos.
1º Ellos estaban siendo sinceros al decir que no estaban
hablando de amor. Yo tampoco los amaba a ellos. Entonces, y en caso de que
aceptara, ¿Qué me detiene? ¿Podría mantener una relación formal y duradera con
ellos sin que sus sentimientos o los míos se profundizaran en demasía? ¿Podría
basar una relación tan solo en el afecto y el deseo por ellos, cuando ellos
mismos hablaban de algo tan serio como crear una familia?
2º Sí, vale, lo reconozco. Estoy total y absolutamente
cagada de miedo. Y si me soy completamente sincera sé que este miedo es el que
me petrifica ante la simple consideración de todo esto.
3º Era una posibilidad. Una remota posibilidad de que mi
antiguo, viejo y enterrado sueño se pudiera hacer realidad. Ok, sí, no sería de
forma convencional pero… Podría tenerlo.
4º Ya estaba decidida, casi. Y es que, el anhelo que sentí
ante sus palabras… Yo quería ser necesitada por alguien, quería que hubiera
alguien preocupándose por mí, quería poder contar con alguien, quería que
alguien, quería saber que habría alguien allí para mí, que alguien me cuidaría…
Incluso de mi misma.
Una voz interrumpió mis profundas cavilaciones.
-Sé que todo lo que dijo Ed es cierto, pero… También sé que
es mucho, quizás demasiado para digerir. Así que si quieres que nos vayamos
sólo tienes que…
-Alto- dije aun un poco ida-. Sólo… Alto. Estoy pensando-
aclaré.
Jake asintió.
Al igual que antes el silencio en la habitación era extremo,
pero eso me permitió pensar con mayor claridad y facilidad.
Luego de unos minutos volví a hablar.
-Sí… Y sólo sí, llegara a considerar todo esto, creo que lo
más lógico sería que cada uno dejara los puntos claros desde el principio.
-Sí- dijo Jake mirándome como extrañado.
-Bueno, tengo algunas dudas. Corrección, tengo miles de
dudas, pero ahora mismo tengo algunas preguntas.
-Lógico. Hazlas- dijo Jake luciendo una perfecta cara de
pocker.
-Bien. Primero que nada, ustedes se… Aman ¿Acaso esto no
afectaría a la pareja?
-Sí, pero no para mal. Sólo nos daría más a todos- dijo
Edward. Jake asintió secundándolo. Y yo sólo asentí.
-En caso de un niño- me estremecí al imaginar aquello, mi
corazón resoplo de actividad con anhelo ferviente- ¿Cómo sé que no querrán
quitármelo luego?
-Bella, tú serías la madre y el niño te necesitaría mucho
más que a nosotros- dijo Ed mirando a Jacob un minuto y cuando este asintió,
agregó-. Incluso si en algún momento tú decidieras dejarnos, con todo el dolor
del mundo los dejaríamos ir, aunque claro que reclamaríamos nuestro derecho
legal de verlo- asentí, me parecía lo más normal.
-Así que ¿Cada uno mantendría su independencia? Quiero decir
¿Cullen, Black y Swan? ¿Y en caso de los niños? ¿Qué apellido? ¿Sólo el mío?
¿Uno cada uno? Vamos, parece un puto chiste.
-No. Nada de independencia. Sé a lo que te refieres Bella, y
sé que tienes miedo pero… Sólo seremos los tres. Nosotros nunca nos hemos sido
infieles, estamos seguros de ello. Y lo que tuvimos contigo no lo consideramos
un engaño porque ambos sentimos que tú eras la indicada para nosotros. Sé que
tú crees que no sirves para la fidelidad de una pareja estable, pero, a mi
parecer, eso depende de la pareja en cuestión. Tus necesidades- owww, q linda
forma de decir que me gusta garchar como loca, le doy un punto por ello-, son
mayores y más amplios, pero ten en cuenta que nosotros somos dos hombres con
grandes apetitos sexuales también y que estamos completamente dispuestos a
complacerte cuando y cuanto quieras o necesites como para que no tengas ninguna
necesidad de salir a buscar algo fuera- dijo Jacob muy serio. Mierda con lo
último que dijo ya me había mojado.
Rayos. Yo queriéndome mostrar toda dura y fría, y él con
unas cuantas palabras casi me hace querer llorar y acabar al mismo tiempo.
Demonios, ni que fuera psicólogo ¿Cómo mierdas puede conocerme tanto en tan
poco tiempo?
-Y con respecto a lo de los apellidos-siguió él- la verdad
es que lo que habíamos hablado y pensado en un principio era que en un futuro,
uno de nosotros se casara contigo. Eso facilitaría mucho las cosas. No sólo por
lo de los niños, sino opr todo lo demás, como trámites legales, obra social,
seguro, etcétera. Además de que, en caso de divorcio no quedarías desamparada,
en fin, son muchas ventajas para todos. Además del hecho de que, a pesar de
vivir con dos hombres, tu nombre sería más respetable.
¡Vaya! ¡Sí que habían pensado en futuro y a detalle! Tenía
que darles crédito por ello. Pregunta que hacía, pregunta que respondían.
-¿Cómo saben que no soy una loca que no va tras su dinero o
posición y que no los va a atar para luego llevarse todo… Incluso a su hijo?-
tenía que preguntarlo. Todo me parecía tan irreal.
-No lo sabemos a 100% seguro pero… Tenemos que confiar… Y
¿Bella? No sé bien cómo, pero, yo sé que tú no serías capaz de algo así, no sin
un motivo de fuerza- dijo Edward muy serio.
-Opino igual que Edward. Tú no eres de ese tipo de persona y
créeme cuando te digo que suelo ver a muchas de esas- agregó Jake.
-Estoy… Estoy hecha un lío la verdad. No sé, no sé qué
quiero, no sé qué hacer… Yo sólo… Tengo que irme… Necesito pensar… Tengo que…
Me di cuenta, o algo así, que estaba entrando en uno de mis
raros ataques de pánico. Jake me tomó de la mano y me dio un tirón brusco hasta
que logré enfocarme en él.
-Respira, tranquila. Vamos, te seguiremos a tu casa para
saber que todo esté bien. Podemos seguir hablando en otro momento ¿De acuerdo?
Yo no podía hilar dos pensamientos coherentes en este
momento ¡Mucho menos hablar! Por lo que sólo asentí.
Me sentí agradecida y aliviada de que no intentaran
coaccionarme de forma… Física, ya que en ese punto, mi control con ellos era
nulo, pero a la vez, debo de reconocer que también me sentí un tanto
decepcionada. Mi cuerpo se sentía extraño a su alrededor. Eran como imanes para
mi. Cada poro, cada célula de mi cuerpo clamaba por ellos.
Resultaba avasallante pensar en la posibilidad de
reclamarlos como míos. Pero, y sí, aquí vienen mis amadas dudas otra vez ¿Pero
y si les fallo? ¿Y si me fallo? Y lo peor ¿Y si en un futuro le fallara a mi
hijo?
Eso sí que no podría superarlo. Sin embargo, ellos
prometieron “ayudarme”.
Entonces, y creo que al final a esto se resume todo…
¿Debo puedo y quiero
confiarme a ellos?
Etiquetas:
El Problema de mi Sexóloga
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario