28 de octubre de 2011

El prob... cap 3


**NOTA IMPORTANTE: ESTA HISTORIA TENDRÁ UN ALTO CONTENIDO SEXUAL, ASÍ QUE SI ERES MENOR O NO TE GUSTA LO FUERTE ¡¡NO LEAS!! (Sólo apto para gente con mentalidad abierta).*
--------------------------Este fic tendrá MENNAGE hetero- bi y homosexual.---------------------------------

 “MI-SER-JACOB”

J. POV.:

-Emily ven a mi oficina por favor- le pedí por el intercomunicador mientras con una mano me frotaba nerviosamente la nuca en un inútil intento de quitarme tensión.
-Enseguida Jake.
Rayos.
Definitivamente hoy no era mi jodido día- pensé mientras Emily tocaba a la puerta.
-Pasa.
-¿Qué sucede?
-¿Se puede saber quién estuvo en mi oficina?- pregunté apenas conteniendo un gruñido. Ella se limitó a mirarme extrañada.
-Nadie Jake. Sabes que cuando tú no estás dentro yo no dejo pasar a nadie por expresas órdenes tuyas y en el caso de que alguien precise algo urgente entro y lo busco yo misma ¿por qué, qué ha pasado?
-Argggg… Entonces no entiendo. Me faltan las pruebas y algunas declaraciones de un caso que tuve todo el tiempo dentro de mi archivador particular dentro de una oficina en la que según tú nadie ha entrado y que fuera de horario está cerrada.
-No puede ser. ¿Te has fijado bien? Puede que se haya traspapelado o la hayas archivado por error en otra carpeta. O quizás te equivocaste de ordenador al guardarlo.
Respiré hondo. Muy hondo. Estaba verdaderamente furioso y de verdad, de verdad que estaba intentando por todos los medios no agarrármela con ella. Pero me lo estaba poniendo difícil tratándome de idiota.
-Emy, tú sabes como soy- fue lo único que me limité a decirle.
Como respuesta la vi suspirar y menear la cabeza.
-Sí, lo sé, lo lamento ¿Quieres que pregunte a alguien o que revise todo de cabo a rabo personalmente?
Suspiré resignado.
-No. Hoy ya es demasiado tarde para revisar todo pero sí te lo encargo para mañana ya que yo no voy a tener tiempo como para hacerlo.
-No hay problema.
-También llama a primera hora a un cerrajero particular para que venga a cambiar la cerradura de la puerta de mi oficina. Prefiero evitar “accidentes” que invitarlos.
-De acuerdo ¿algo más?
-Sí, pregunta al viejo Paul si alguien le ha pedido el paso aquí antes o fuera de hora, o si ha notado algo extraño, cualquier cosa.
-Ok ¿Te ayudo en algo?
-No, no hace falta. Puedes irte a casa yo me quedaré un rato más.
-Jake, vete a descansar, no has parado de trabajar y renegar todo el día- se quejó como mamá gallina.
-Hey Emy, Emy, ya estás con todos los instintos maternales activados ¿Verdad?
--Arg, vaya que eres idiota Jake- contestó haciendo un puchero y frunciendo el ceño.
-Ya, ya, ya, no te enojes. Prometo solemnemente quedarme poco tiempo. Además Edward tampoco va a estar en casa, a él también le toca trabajar hasta bien tarde hoy, así que me toca ser el encargado de la comida de camino a casa ¿ya ves?
-Oh, de acuerdo- dijo resignada-Y a ver cuando vienen tú y Ed a cenar, Sam me pregunta a cada rato por ustedes- dijo mientras iba a su escritorio a agarrar sus cosas para irse.
-Bueno ya arreglaré algo con él, dile que lo llamaré en la semana y mándale mis saludos.
-De acuerdo yo le digo. Bueno ya me voy hasta mañana- dijo antes de saludarme e irse hacia la puerta.
-Hasta mañana Em…
Se desplomó en el sillón frotándose enérgicamente las sienes.
¡Por Dios! ¿Y ahora qué?
Hoy había resultado ser uno de los  más jodidos días en todo sentido.
Primero me quedé bien dormido al apagar el despertador con el típico: “Cinco minutos más”.
JA! Resultaron ser 40. Por culpa de esto tuve que levantarme corriendo a una ducha helada porque ni siquiera pude esperar a que caliente. Corrí a vestirme y corrí al auto. Corrí hacia la oficina puteando como un loco a más de un idiota que se interponía en mi camino a paso tortuga.. Corrí a tomar el puto ascensor pero llegué justo para que terminara de cerrar sus puertas en mis narices, por lo que tuve que esperar casi diez minutos más al otro. Cuando logré salir de él corrí hasta la reunión que tenía sólo para que me dijeran que acababa de terminar y volví a correr creo que ya por inercia hacia mi oficina.
 Y corrí, y corrí, y corrí todo el puto resto del día…
Pero eso no fue todo… Noooooo….
Segundo.
Sí, me quedé dormido y sí corrí como loco y aun así la reunión que perdí era con un conocido inversionista acusado de malversación de fondos que quería que le llevara el caso- claro hasta antes de hoy seguro-. Llegar tarde con gente así es una pésima primera impresión. Lástima, hubiera sido un buen caso.
Tercero.
Pasé a ver a los grupos ya que sabía que iban a estar reunidos para la revisión de progresos de los casos que llevaban y ¿Con qué me encuentro?
El primer grupo, encargado de los casos civiles y laborales, muy relajados tomando café y charlando distraídamente con los casos que “debían” revisar tirados descuidadamente sobre los distintos escritorios.
Les di hasta el mediodía para tenerme un informe individual sobre el progreso de cada caso listo en mi oficina o en caso contrario la oficina lista y despejada. Captaron el mensaje. Aunque me molestó que las dos mujeres del grupo, que creo que se llamaban Lauren y Jessica, “intentaran” parecer coquetas como para obtener la baja del castigo. Sí supieran.
El siguiente grupo llevaba los casos familiares y cuando llegué se encontraban verificando las penas que podrían obtener en cada caso en base a las evidencias de cada caso para luego planteárselo a sus clientes y llegar a un acuerdo. Era un grupo eficiente. Quizás debería… no. Leah odia a las rubias tontas como son esas dos, las aplastaría sin pestañar siquiera. Y el pobre de Seth no se lo merece. Él es muy bueno en su trabajo y se lleva realmente bien con sus ayudantes, Jared y Carl. Este grupo me sacó un poco el enojo que llevaba encima.
El siguiente fue el de los casos penales…
Quise matarlos.
No me habían visto porque apenas había abierto la puerta. En cambio yo sí que los vi.
Ahí estaban Quil y Claire dándose un flor de beso mientras que Embry se miraba coquetamente con Vanessa. Ufff…
Aproveché mi anonimato para sorprenderlos con un grito ensordecedor. Lo siento amigos, no eligieron un buen día para molestarme- dije para mi tomando aire.
-¡¿SE PUEDE SABER QUÉ CARAJOS HACEN PERDIENDO EL TIEMPO EN HORAS DE TRABAJO?!
Los miré con toda la furia que había contenido hasta ahora. Hablé antes de que a alguno se le ocurriera ponerse a dar excusas tontas.
-Les voy a dar el mismo ultimátum que al grupo de civiles, y sí, dije ULTIMÁTUM- aclaré para que entendieran bien a que se atenían-. Tienen hasta el mediodía de hoy para dejarme un informe individual de los progresos de cada caso ¡O soy capaz de dejar a amistad  de lado y pedirles amablemente que dejen de perder mi tiempo y el de MIS clientes!
-Pero Jake…- comenzó a decir Quil bastante asombrado por mi arranque.
-¡NADA!... JAKE NADA… Si en algo valoran nuestra amistad entonces no abusen de ella- todos bajaron la cabeza- Están en horario laboral y yo soy su maldito jefe, y al que no le guste ¡Ahí tiene la puerta!- los cuatro me miraron de golpe al ver que esto iba de verdad tan en serio, que mierda si hasta yo me sorprendí. Respiré hondo- Sí, lo digo en serio. Si no son capaces de respetar  el horario de trabajo y por ende respetarme a mí, tendré que tomar medidas al respecto que no le gustarán a ninguno de ustedes. Así que o empiezan a dejar de tomarme de idiota y trabajan o uno de cada pareja deberá buscar otra cosa ¿Quedó claro?- los cuatro asintieron con seriedad- Y les exijo lo mismo a todos ¡O me tienen esos informes al mediodía o la oficina limpia y despejada!- volví a gritar para luego cerrar de un portazo.
Estaba ciego de furia. Caminé hacia mi oficina para tranquilizarme azotando el pobre piso con cada pisada que daba. Volví a dar un portazo. Caminé de un lado al otro para tratar de bajar un poco la tensión que llevaba y la rabia acumulada en cada músculo de mi cuerpo. Me tomó algo de tiempo.
Media hora después me desplomé en el sillón, tomé un par de respiraciones profundas y me concentré en relajarme. De a poco funcionó.
Cuarto.
Estaba totalmente enfrascado en el caso de la señorita Zafrina Hourks cuando sentí unos golpes en la puerta. Me extrañó ya que Emily no me anunció a nadie. Decidí preguntarle antes de abrir pero no hubo contestación. Alarmado fui hasta allí y abrí de golpe.
-¿Emily?
-Lo amento señor no lo pude frenar- dijo ella forcejeando con dicho hombre.
-¡Jenks deje ahora mismo a mi secretaria en paz!- la soltó de golpe y yo me acerqué a ella para ver cómo estaba- ¿Te encuentras bien?- ella asintió- Por Dios mujer ¿Quién te manda a interponerte en tu estado? Vete a llamar a seguridad, ahora.
-Sí, enseguida.
A todo esto el tipejo de Jenks estaba que bufaba de furia detrás nuestro, listo para comenzar con su sarta de pavadas de seguro.
-Buenos días señor Jenks ¿Qué desea?- pregunté con sorna.
-No me venga con burradas Black, sabe muy bien lo que quiero.
-Yaaaa… Pero mire que se ha tomado molestias ¿Eh?- dije sin quitar la sonrisa-. El caso continúa- dije rotundamente poniéndome serio- y lo llevaré personalmente hasta las últimas consecuencias. Tengo las pruebas de todo así que ya te debes de dar una idea del veredicto ¿Verdad? Yo estimo que te darán de 20 a 35 años ¿Tú qué crees?- pregunté sobrándolo.
Ahí fue cuando intentó abalanzarse sobre mí, pero simplemente me limité a esquivarlo dejanlo caer de bruces al piso. Hice una señal a los de seguridad que se encontraban ya esperando y en segundos lo tenían tomado de los brazos para sacarlo de allí mientras él aún forcejeaba. Antes de que desapareciera agregué:
-Yo que tu aprovecharía para visitar a mis conocidos y familiares y a pasear libremente.
-Me las pagarás Black, me las pagarás.
-No. Tú pagarás- susurré.
Vi como desaparecía y tras preguntarle a Emily si de verdad estaba bien, me metí nuevamente a mi oficina.
¡Mierda!
Jenks definitivamente estaba hasta el fondo. Y aun así corría el riesgo de venir a amenazarme frente a testigos ¡Demente, ese tipo está demente!
Me quedé pensando largo rato en como un abogad prestigioso como era él podía llegar a caer tan bajo y a terminar siendo una mierda de persona. Y es que el caso de Jenks era bastante particular. Estaba siendo enjuiciado por fraude, estafa y unos cuantos cargos más. Yo tenía personalmente las copias de los videos en donde él aparecía aceptando el dinero de la oposición de sus clientes y ¡Oh, sorpresa! Esos casos los había perdido. Por su culpa dos asesinos en primer grado, un violador y un abusador en violencia familiar se encontraban libres hasta que alguien decidiera reabrir los casos y verificar las pruebas para entablar un nuevo juicio y ratificar los fallos. Podría tomar años.
Ya había perdido la cuenta de las veces que había tratado de tranquilizarme el día de hoy. Estaba seguro que de seguir así iba a llegar pronto a una suba importante de tensión ¡Y eso que sólo eran las 12:10!
Por cierto- pensé- ya es mediodía, debería tener lo informes de todos los…
Unos golpes en la puerta me distrajeron.
-Soy Emily señor.
-Pasa.
Vino hasta i escritorio y dejó una pila importante de papeles. Antes de que preguntara me dijo:
-Aquí están todos los informes que pidió.
-De acuerdo ¿Algo más?
-Eh… ¿Sí?- arqueé la ceja, hoy no estaba para adivinanzas- Pues verás, lo que sucede es que todos están fuera y…- no la dejé terminar.
Volé hacia la puerta hecho una furia. Sip, voy a morir de una suba de presión- pensé para mí.
Al abrir la puerta pude ver la sorpresita de todos. Además de bronca en algunos y arrepentimiento en otros. No me importó. Tenía fama de ser un hijo de puta en los juzgados, pues bien, hoy les iba a demostrar que no sólo allí. Que escarmienten.
-Voy a decir esto una sola vez. Pedí los informes, no una reunión fuera de mi despacho- algunos me miraron con miedo, y otros se enderezaron. Ni los ojos rojos de algunas chicas me conmovieron-. Voy a leer esos informes cuando tenga tiempo y de paso cuando se me dé la reverenda gana. Si hoy a última hora no reciben una notificación de despido en su escritorio den por sentado que mañana deberán presentarse a trabajar como siempre. En el caso de recibirla tienen hasta mañana a última hora para sacar todos sus efectos personales. Lo que quede el lunes será tirado por la limpieza. No aceptaré ningún tipo de discusión sobre ello- dije mientras miraba a mis amigos quienes inteligentemente agacharon la cabeza y guardaron silencio. Continué- Esta será la única vez que les daré esta penosa oportunidad, de volver a ver algún tipo de comportamiento impropio directamente les haré llegar el telegrama de despido ¿He sido suficientemente claro?
-Sí señor- dijeron a coro.
-Bien, esto no es la escuela, es un trabajo. Adiós- dije y pegué media vuelta para entrar y cerrar de un nuevo portazo. Solté un suspiro.
-Aaaarrrggg…- gruñí- idiotas.
Me enfrasqué nuevamente en el caso que había dejado y luego almorcé algo rápido mientras ojeaba los informes, pero en un momento me cansé y decidí mandarle un mensaje a Ed a ver cómo le iba a él. No terminé de pensarlo que recibí uno de su parte.
¡Carajo! Si hoy llegaba tarde no tendrían mucho tiempo para hablar. No importa- pensé luego- ya mañana tendremos todo el fin de semana para ello.
Porque luego de todo lo que había tenido que soportar hoy no había Dios o deidad que me hiciera ir a trabajar el sábado.
El resto de la tarde transcurrió gloriosamente tranquila ¡Al fin! Lo único que escuché fue una asquerosa escena de llanto fuera de mi oficina poco antes de las cinco. Lauren…
Sí, a ella la había echado. Además de vaga, era provocadora y cotilla. No iba conmigo ¿Acaso pensó que no me daría cuenta de que su informe era casi una copia exacta del de Erik? Puffff…
En cambio a Jessica y a Tyler los tendría a prueba desde ahora y les avisé que al primer fallo laboral o personal les tocaría el despido. A Erik no pude decirle nada ya que su informe fue jodidamente impecable. Al otro grupo sin embargo opté por separarlos. Sería putamente difícil para ellos ponerse al día con los casos nuevos y en otra área, pero estaban capacitados para hacerlo… y se lo merecían. Listo. Problemas de grupos resueltos. Les día a todos una semana de plazo para ponerse al día y dejar sus casos bien organizados para quien los tome. No quise ver a ninguno de ellos, sus tontas excusas y explicaciones sólo me darían más bronca.
Enojado. Frustrado. Dolido Cansado.
Así me sentía para las 17:30 cuando la quinto y peor del día sucedió. La guindita de la torta.
Quinto
Me faltaban evidencias en un caso contra un acosador/ violador.
Después de que Emily se marchara me quedé un rato más, pero ya una hora después estaba harto, así que tomé mis cosas cerré y apagué todo y me fui a casa. En el camino paré a comprar la cena. Una buena cantidad y variedad de comida tailandesa. Demoré unos cuarenta minutos en la espera- era bastante- y por fin, por fin llegué a casa.
19:15 decía mi reloj.
Me pareció raro encontrar el Volvo de Ed en la entrada y la luz de dentro encendida ya que pensé que vendría mucho más tarde, pero mejor así.
-¡Llegué! ¡Y traje la cena!- anuncié a los gritos como era habitual en mí.
Por suerte mi mal humor casi siempre quedaba fuera de la casa.
-¡Hola! ¡Estoy en la ducha enseguida salgo!
Oh, noooooo…
Tiré las bolsas de comida sin siquiera fijarme dónde o cómo caían mientras comenzaba a subir las escaleras de dos en dos… y me iba quitando todo.
¿El saco? Listo.
¿Corbata? Listo.
¿Zapatos? ¡Auch! Listo.
¿Camisa? En proceso… Listo.
¿Pantalón?
Para cuando llegué a la puerta del baño revolee los pantalones junto a los boxers hacia algún lugar de la habitación.
Avancé silenciosamente hacia la ducha como un depredador hacia su presa, sí esta era MI presa.  Con mucho cuidado y sigilo entré y lo tomé por detrás…
-No salgas todavía…- ronronee en su oído.

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