***DISCLAIMER: Los personajes pertenecen a S. Meyer y la historia es de mi autoría***
N/A: Este será un OS cargado de pasión ;) jajaja. Hace mucho que no hacía algo corto y lemonero así que para mi deleite personal he elegido a papi Cullen para esta travesura ¡Espero lo disfruten!
Traté de ambientarlo dentro del conocido mundo Twilight original o sea, ya todos son vampiros y es post AMANECER, ustedes me dirán que les ha parecido ok??
***
Una cacería…
Un encuentro.
Y lo que menos se hubiera
esperado sucede…
La presa es cazada, el cazador
pasa a ser presa y un sinfín de deseos y pasiones salen a relucir en un momento
sin tiempo en el que el mundo deja de existir.
***
EPOV
Podía sentir su piel de seda contra mi cuerpo, sus suaves y
pálidas manos recorriendo mi piel; sus labios saqueando mi boca con su cálida y
húmeda lengua dentro de la mía. Y, como cada día, tarde y noche, ella me volvía
loco de placer.
Moví mis manos con furia y mordí sus labios con fuerza
mientras mi miembro embestía duramente dentro de ella a una velocidad frenética
y con una fuerza bestial, sintiendo con orgullo mal disimulado como sus paredes
se apretaban en torno a mí, poniéndome aún más desquiciado de lo que ya de por
sí estaba.
Recordé como me había calentado cuando la vi atacar a aquel
pobre puma de manera tan sensual; mirando embelesado como en la lucha previa
ella dejaba al animal rasgar sus ropas como parte del juego previo, dejándola
apenas con una pequeña tanga de seda blanca -ahora bastante sucia de tierra y
hierba- y una camisa también blanca hecha jirones en torno a su torso, mientras
que por las comisuras de su boca escapaba un poco de sangre para ir a terminar
por sobre su delicado cuello al beber con ganas y fuerza de aquel ya moribundo
animal.
Solo bastó el ver aquella lengua, para luego tomarla en vilo
de donde estaba y tirarla contra el árbol más cercano. Dejando el cuerpo
flácido y ya inerte en el medio de aquel lugar aún a unos pocos metros de
nosotros.
El aroma a sangre aun flotando en el aire mezclándose de a
poco y eróticamente con nuestros efluvios sexuales.
Mis testículos y glúteos se tensaron hasta lo imposible
cuando sentí como sus paredes me exprimían hasta lo indecible, llevándose toda
mi descarga con ella.
Ambos gruñimos fuerte y alto cuando aquella ola abrasiva del
clímax nos abrasó.
Me siento jodidamente orgulloso de admitir que mi Bella era
la mujer más sexual y sensual -además de malditamente lujuriosa- que conocía…
¡Creo que hasta le ganábamos a Emmett y Rosalie!
Llevábamos ya siete meses de casados, seis de ser padres… y
dos meses de completa paz tras la ‘batalla’, o mejor dicho encuentro con los
Vulturis y los otros clanes.
Fue desde aquel momento en el que esta nueva, fogosa y muy
desinhibida Bella se dio a conocer.
Y no pensaba negarlo… Me encantaba.
Teníamos la suerte de poder amarnos por las largas y a la
vez cortas horas de la noche mientras nuestra amada hija dormía, además de que
durante el día siempre teníamos manos conocidas y confiables para vigilarla
durante un rato. Como ahora…
Teóricamente habíamos salido a cazar a las lindes de Canadá
para poder buscar estas pequeñas presas carnívoras que a ambos nos encantaban
mientras que nuestra Reneesmé se quedaba al cuidado de Rose y Alice -ya que
tanto Carslile como Esme también habían salido a una expedición de caza y
planeaban regresar recién mañana por la tarde-. Lo mejor del asunto es que la
dejamos por la tarde para que duerma allí en la noche así que por lo menos
podríamos estar tranquilos un buen largo rato más ya que todavía no había ni
siquiera oscurecido…
En ello estaba pensando -aun acariciando el cuerpo de mi
esposa con mis manos- cuando de pronto siento unas rápidas pisadas -demasiado
veloces para ser humanas-, en dirección a nosotros y una mente tan turbulenta
que confieso casi me mareó.
Bella reaccionó al mismo tiempo que yo poniéndose de pie de
un salto, obviando la visión de sus ropas -o falta de ella en realidad-,
mientras se colocaba en posición de ataque hacia la zona de la cual provenía el
ruido.
La figura derrapó a pocos metros de nosotros
sorprendiéndonos a todos.
Carslile.
― ¿Carslile? ¿Qué tienes? ¿Pasó algo? ¿Nessie está bien?
¿Dónde está Esme? ―pregunté ansioso y sorprendido nada más verlo ya que como
dije, antes su mente era tal caos que no pude identificar a su dueño. Aún ahora
su mente era un completo hervidero repleto de frases inconclusas, preguntas
retóricas y demás pensamientos incoherentes.
―No, no, ella está bien, yo…
La frase quedó colgando en el aire mientras su vista se
enfocaba.
Pude verlo en su mente en el mismo instante en el que
sucedía ya que su concentración habitual que usaba para dejarme fuera de sus
pensamientos al parecer el día de hoy brillaba por su ausencia. Su barrera en
torno a mí era nula en aquellos momentos, y yo no estaba seguro de si lo
prefería… o no.
Bella.
MI Bella.
Podía ver como sus ojos se enfocaban en ella y se iban
fijando más y más en su cuerpo desnudo hasta notar libremente cada curva en
cóncavo y convexo de su muy escultural cuerpo.
Me shoqueó.
¿Carslile?
¿Viendo a mi mujer?
¿Su casi… hija, o más bien nuera?
Mi conmoción era tal que no pude moverme ni mucho menos
decir algo coherente como sería ‘¡Quita
tus ojos de mi mujer!’. No. No hice nada… No hice ni dije nada… y tampoco
me salí de su mente.
Seguí viendo a MI Bella, desnuda ante sus ojos, sintiendo
como él iba casi acariciando su cuerpo con la mirada para luego comenzar a
dejarse embargar por aquellos instintos usualmente bien salvaguardados y tan
instintivos en nosotros que ahora le hacían picar las manos por el ansia de
tocarla.
Dio un paso adelante.
DI un paso adelante.
Por fin salí de aquel embrujo al verme reflejado en su mente
como si se tratara de un simple espejo. Leí su confusión y posterior
arrepentimiento ante sus más bajos pensamientos aunque, extrañamente, el hecho
de su mirada codiciando el cuerpo de mi esposa no me había enfurecido como se
hubiese esperado, lo cual de seguro hubiese pasado si se tratara de otro… No.
Muy a mi pesar he de reconocer que lo encontré… excitante… y, creo que él lo
notó unas milésimas de segundo después ya que su mente se volvió más confusa
aun si cabe.
La prueba de mi excitación sin ir más lejos, estaba en el
hecho de que el pantalón -que me había calzado a la corrida antes de que él arribara
al lugar y que aún llevaba desabrochado en la cintura-, se notaba de pronto
visiblemente abultado de cara a él.
Todo esto fue tan solo cosas de segundos que en realidad
para nosotros bien podrían ser eternos y en los que tan solo los ruidos del
viento en el denso y solitario bosque y nuestras falsas -pero medio agitadas-
respiraciones nos acompañaban.
Bella de pronto avanzó dos pasos hasta ponerse parcialmente
a mi lado. Su cuerpo.
¿Era posible que mi Bella también hubiera notado la mirada
de Carslile y se hubiera excitado?
Sus pezones se encontraban nuevamente erectos y sumamente
llamativos. Reclamando atención sin disimulos.
¿Podría ser?
¿Sería posible que ellos se desearan… al menos por esta vez?
Mi mente volvió en un instante a aquellos primeros años en
los cuales sentí un ‘ligero’ enamoramiento con mi creador pero, en aquellos
tiempos… todo me resultaba tan confuso y abrumador que… creí, en verdad creí
que mis pensamientos impropios de un hombre hacia otro era algo más relacionado
con la aberración en la que me había convertido… Creí que solo estaba
confundiendo admiración y lealtad con deseo y, amor…
Pero ahora… Ahora era plenamente consciente de que él
deseaba abiertamente a mi mujer y… que yo lo deseaba a él. Yo deseaba su carne…
¿Pero y Bella?
Nunca hasta ahora había resultado tan frustrante para mí el
hecho de no leer su mente como en estos instantes... Su mente me demostraba un
vacío y silencio total, pero su cuerpo… su cuerpo parecía reaccionar a él, a su
presencia, a su lasciva mirada.
¡¿Cómo saber?!
Gruñí para mí, o al menos eso creí hasta que una suave voz
se implantó en mi cabeza. SU VOZ.
¿Lo deseas verdad? No te juzgo amor, se te ve en la mirada
y en aquel objeto enhiesto que ya muero por devorar ¿Te ofende? ¿Te incomoda?
Mmmm… No puedo negarlo amor, me excita el ver como lo miras pero… Si quieres
quedarte a solas con él, yo… Yo puedo…
Para su segunda palabra mental yo ya me había girado a
verla, pero al ver en su mente una imagen de nuestra cabaña en el bosque. De
ella yendo allí SOLA para dejarme a mí
con él. No me resistí.
Giré por completo mi cuerpo y sin darle tiempo a nada la
tomé de la nuca para acercarla hacia mí, saqueando su boca sin importarme nada…
ni nadie.
¿Quién demonios era esta hermosa mujer que no solo no se
espantaba de la presencia del deseo de su esposo por otro hombre por el que
conocía como su padre, su mentor y no obstante igual ofrece irse para que
tuviese tiempo a solas?
Mi Bella.
Solo ella era capaz de sorprenderme así, de ver más allá…
pero…
Son hermosos. En verdad son hermosos. Bella es magnífica
desnuda. Jamás creí llegar a verla así, y Edward… ¡Oh Dios! Tanto tiempo… ¿En
qué estoy pensando? No… Debo irme… lejos… Estoy confundido por todo lo que
ocurre con Esme, sí, es eso, seguro… Sin Esme… Debo irme lejos, muy lejos… por
un tiempo, yo…
Antes de que pueda terminar de pensar en dar un paso para
alejarse me separé de mi mujer y clavé mis luminosos y brillantes ojos
ambarinos en los suyos.
¿Irse? ¿Lejos?
― ¿Qué ocurrió con Esme? ―pregunto enseguida.
Sé que es bajo en el momento en el que lo hago pero, sé
además de que esa es la única forma indirecta para saber qué demonios pasaba
con él ya que al formular la pregunta resultaba obvio que pensaría en lo
ocurrido por más que de su boca no saliera nada. Bajo sí, pero sumamente
necesario para mí en aquellos insólitos momentos.
Y lo pensó. Vaya si lo pensó.
A mi mente vinieron una sarta de imágenes y flashes de
varias conversaciones cortadas con momentos decisivos.
Esme sin querer tocarlo.
Esme siempre atenta a
las necesidades de todos y más ahora de Nessie dejándolo solo a él.
Él pidiéndole tiempo a
solas.
La marcha a cazar en
la que intentó amar a Esme pero que ella no soportó y se volvió antes para
saber de su familia.
Esme pidiéndole un
tiempo a solas.
¿Separarnos? ―dijo
Carslile incrédulo.
Vaya -pensé en verdad asombrado de todo lo que había estado
ocurriendo entre ellos desde hacía un tiempo pero de lo que ni siquiera
registré.
¡Oh por Dios! ¡Él
sabe! ¡Me escuchaste! Yo… Oh, por Dios… repetía en su mente sin parar mientras
con la confusión aun no lograba ponerle un alto a su mente.
Más imágenes y momentos varios pero, diferentes -pensé de
nuevo cada vez más asombrado cuando noté que había lejanas lagunas en las que
él me observaba a mí con… anhelo. Al igual que otras varias y diversas en las
que observaba a Bella con… ¿Deseo? Sí eso parecía al menos.
Y ahora…
―Carslile, tranquilo. No decidas nada… solo, sigue tu
instinto. Yo…
No tuve tiempo de decir nada más. En menos de un parpadeo él
ya se estaba abalanzando sobre Bella, quien aunque sorprendida lo recibió
gustosa mientras me miraba a mí fijamente por sobre el hombro. Vi… ¿Embelesado?
¿Deslumbrado? ¿Embobado? Sí, cualquiera de ellas. Los vi devorar sus bocas con
hambre animal. Vi como aquellas manos conocidas y secretamente por largo tiempo
anheladas tocaban con premura y de manera ‘extraña’ el cuerpo de mi mujer. Vi a
mi Bella encenderse de a poco como una llama que coge aire sobre hoja seca ante
tales descaradas caricias y la perversión de lo prohibido del acto en sí..
Los vi a ambos explorar sus cuerpos de manera ansiosa
comenzando a gemir cada vez con más fuerza sobre la boca del otro al percibir
las sensaciones de manos extrañas.
No lo resistí.
Me uní a ellos…
Carslile apretaba sus montículos de tierna y sensible carne,
amasándolos; las ganas reflejándose en su por lo general apacible rostro, en
sus facciones; aun comiendo su boca y mordiendo sus labios. Bebiendo de ella.
Ambos estaban parados en aquel espacio libre entre los
árboles, el olor a sangre ya fría y cuerpo en principio de descomposición a
solo unos cuantos metros de nosotros.
Sangre. Sexo.
Me coloqué detrás de mi mujer y comencé a besarle el cuello
descendiendo por el centro de su esbelta espalda, bajando con lentitud a lo
largo de su espina dorsal hasta llegar a morder una tentadora y perfecta nalga,
recorriendo con mis manos sus contornos y conteniendo el aliento cuando se
encontraban con las de él.
Podía leer como relegaba la confusión de lo que sentía. El
instinto lo estaba dominando como pocas veces se había permitido en su larga
existencia vampírica. No quería el control, quería sentir… Y yo quería sentirlo
a él…
Bella se soltó de su boca con un largo gemido de placer girándose
lo suficiente como para llegar a capturar mi boca mientras la de Carslile
atacaba con furia su cuello y bajaba luego lentamente por el centro de sus muy
apetecibles senos… hasta su ombligo… hasta su centro…
Un gemido/jadeo angustioso de placer contenido la abandonó
entonces al tiempo que yo me asomaba un poco para ver como la cabeza de mi
mentor se perdía entre los rizos púbicos de mi esposa, devorando con necesidad
bestial su tierna carne y absorbiendo con sed agónica la dulzura de su néctar.
Jugos que yo sabía que poseían el sabor del manjar más dulce y del elixir más
puro.
Bella gritó.
Carslile gimió.
Yo gruñí.
Podía verlo allí, arrodillado en la tierra, adorando a mi esposa
mientras el bulto de su pantalón ya sucio de lodo comenzaba a hacer resistencia
contra las débiles costuras, cosa que al parecer él notó ya que se separó de
golpe de ella y se paró para comenzar a quitárselo a velocidad vampírica.
Isabella no lo dejó.
Ella apartó la mano de un golpe suave pero firme con las
suyas hasta lograr bajar la prenda con sus muy pequeños dedos, llevándose con
ellos no solo aquella prenda sino también sus interiores, dejando la intimidad
del que era políticamente su suegro delante de su muy lascivo rostro. Ella se
relamió y yo gemí… sabía lo que venía.
Ella tomó el miembro duro y por demás alargado con una mano
y lo llevó con celeridad a su hambrienta y deseosa boca, engulléndolo hasta
donde podía y sobando con fuerza con una de sus manos todo aquello a lo que no
llegaba para luego extender su brazo a tientas detrás de ella… buscándome.
Inmediatamente supe lo que quería y no pude desearlo más.
Rápidamente me coloqué a un lado de Carslile, rozando mi
cadera con la suya pero intentando obviar el contacto -por ahora-. Siseando de
placer cuando sentí como mi Bella me tomaba en su boca, gruñendo ligeramente
cuando tomé su cabeza por la nuca y comencé a marcar más y más velocidad viendo
como su otra mano bombeaba con ahínco y casi desespero el otro falo henchido y
sonrosado y sintiendo la mirada de Carslile sobre el mío.
Sorpresivamente -sí, fue sorpresivo porque no fue algo que
él haya pensado o planeado-, él tomó mi nuca y estrelló mi boca en la suya en
un beso duro y puramente masculino. Rudo y demandante.
No pude con ello y automáticamente sentí como mis testículos
pulsaban y como mi descarga se precipitaba por mi cuerpo para vaciarse en la
húmeda cavidad de mi mujer, quien a este punto me lamía gustosa hasta dejarme
limpio y de nuevo medio erguido para más acción.
Mi lengua se entrelazaba con la suya absorbiendo mutuamente
nuestros jadeos apasionados pero, en cuanto sentí como Bella dejaba mi miembro
con un suave pero resonante ‘plop’ tuve que separarme. Quería verla. Quería que
lo tomara… Y quería tomarla mientras él follaba su boca pecadora.
―Ponte a gatas amor ―le dije susurrante en su oído al tiempo
que me movía para quedar tras ella.
Ella en un segundo estaba sobre sus manos y rodillas,
expectante.
―Quiero coger tu hermoso y mojado coño mientras tú comes su
tierna polla Bella. Cuanto antes se corra él, antes te correrás tú ¿Estás de
acuerdo mi vida? ―le pregunté al final ya que no quería que hiciera
absolutamente nada que le incomodara.
Un ‘Humm’ fue todo lo que obtuve por respuesta.
Isabella tiró de las piernas de Carslile hacia ella y tomó
su polla con clara avidez al mismo tiempo en el que yo me deslizaba en ella.
Los tres gemimos ahogadamente.
A pesar de la nebulosa de placer logré captar ciertas
palabras en la confusa mente de él. Carslile no se animaba a tomar la
iniciativa por miedo al rechazo. Él solo se estaba limitando a dejarse llevar…
Y él quería algo más… mucho más.
Saber sus pensamientos y sentir el placer tan grande era,
indescriptible… tan indescriptible que mis envites fueron frenéticos, causando
que mi Bella se corriera dos veces seguidas antes de recibir su semilla en la
boca. Otorgándole el mismo trabajo que a mí.
Se hizo noche cerrada.
El bosque estaba oscuro pero eso no podía importarnos menos,
nada podía distraernos de nuestro momento.
Y él se decidió. Lo leí en su mente primero y luego en sus
facciones.
Él quería más… e iría a por ello.
Salí de ella y ella a su vez soltó su polla ya limpia siendo
él quien la levantó para tomar entonces posesión de su muy tentadora boca.
Noté que sus pensamientos eran pura lujuria… Bien…
Él agarró a Bella por el culo y la levantó hasta que ella
enredó sus largas y ahora bien torneadas y duras piernas alrededor de su cadera
casi por inercia.
¡Eran tan jodidamente calientes de ver!
Estaba obnubilado viendo como su falo nuevamente duro y
erguido se enterraba lentamente en su cuerpo cuando la hizo descender lento
sobre él. Hermoso.
Nuestra piel centelleaba en la oscuridad haciéndonos ver
marfileños en medio de la negrura del follaje que nos rodeaba. La única luz,
proveniente de la luna llena que por momentos se ocultaba tras densas nubes cargadas de próxima lluvia.
Su próximo pensamiento me hizo jadear.
Él… él se preguntaba como sería, cómo se sentiría ser
follado así, e incluso… como sería follarme, a mí. Actué no pensé.
Rápidamente me coloqué tras él y comencé a mordisquear su
cuello y lóbulo para luego, de un tirón, romper en dos la camisa que aun
llevaba. El vaivén de su cuerpo cada vez más y más frenético…
―Apóyala contra el árbol ―susurré en su oído.
Él lo hizo de inmediato.
―Sé lo que pensaste… y sé que te gustará. Hoy es para
sentir, así que relájate, y disfruta ―le dije con toda la intención de que
supiera lo que venía y dándole una pequeña, casi ínfima opción de detenerme si
en verdad quería. No lo hizo. Ni siquiera en su mente se detuvo a cuestionarse―
¿Estás bien con esto amor? ―le pregunté a mi Bella entonces.
―Sabes que sí ed. Qu- quiero verte. Quiero ver como lo
follas… Yo…
― ¿Te calienta amor? ―le pregunté con toda la intención
mientras estiraba un brazo para apretar su muy endurecido pezón entre mis dedos
yal mismo tiempo que con la otra mano tanteaba la entrada bañada en jugos
mientras era penetrada ahora rítmicamente por Carslile.
Ambos gimieron ante el cotacto.
Empapé mis dedos y aproveché la retirada del miembro para
luego introducir dos de ellos junto con él
¡JODER! ¡Jamás pensé que esto sería tan jodidamente
caliente!
Mis dedos estaban empapados y sorpresivamente tibios, casi
calientes, por la fricción del miembro contra ellos mientras que la entrada de
Bella me apretaba hasta lo imposible. Unos segundos más y salí de ella
sonriendo por el gruñido que le escuché soltar.
Rápidamente llevé mis muy mojados dedos hacia la entrada de
él sintiendo como medio se tensaba y a la vez se obligaba a relajarse.
Un dedo se deslizó en él.
Los envites se habían detenido. Ahora él tenía su miembro
completamente empalado pero quieto al momento de apoyar su cabeza en el hueco
del cuello de Bella y ella a su vez acariciaba casi tiernamente sus cabellos.
Dos dedos y él gimió.
Un sonido ahogado que era medio placer medio dolor. Lo
cierto es que no me importó mucho. Me moría de ganas de entrar en él y sentir
como su carne y calor me rodeaban y absorbían… y eso hice.
Apoyé tentativamente mi punta roma en su orificio aun con
mis dos dedos bombeándolo. Rocé una y otra vez su perineo logrando que siseara
alto varias veces para luego quitar rápido mis dedos remplazándolos con la
punta ya propiamente húmeda de mi miembro, empujando, lentamente, haciendo un
enorme esfuerzo por no enterrarme de un golpe hasta la puta empuñadura. Al
menos no hasta que mi glande esté bien dentro del todo y él haya sido
adecuadamente estirado pero… era, difícil, sobre todo cuando él se removió y gimió
sintiendo de lleno la intrusión.
Un ruido de leve succión rompió el silencio.
Por fin estaba dentro.
Me quedé quieto.
―Ahora tú nos vas a follar a los dos Carslile ―dije con la
voz completamente ronca por lo que me costaba contenerme. Apreté su cadera―.
Vas a ir hacia atrás y me vas a enterrar en ti para luego dejarme y enterrarte
duro y profundo en Isabella. Vas a enterrarte con ganas y fuerza en el coño
mojado de mi mujer. Lento, muy lento al principio ―le susurré en su oído
lamiendo el interior de este mientras miraba a mi amada esposa a los ojos que
en este momento se veían completamente dorados rojizos de pura lujuria y
excitación.
―De… ―jadeó en cuanto retrocedió apenas un centímetro―… De
acuerdo ―dijo.
Y comenzó.
Despacio. Muy despacio, él fue envolviéndome en su interior
para luego hundirse en ella. Unaa, y otra, y otra vez.
Minutos después el ritmo cobró velocidad. Una velocidad que
me volvió completamente loco y que me hizo gruñir fuertemente mientras
escuchaba como Bella gemía cual gata en celo próxima a un clímax arrasador. Lo
sabía. Conocía sus sonidos.
Si fuéramos humanos de seguro estaríamos jadeando por aire y
completamente bañados en sudor y tierra pegada, en cambio, nosotros jadeábamos
de puro gozo y deleite y nuestra piel, tersa y dura tan solo tan solo brillaba
por los rezagados restos de luz de luna que se colaban perezosos por entre las
hojas de las copas de los árboles.
“Sí, oh sí… tan,
cerca… Maldición” pensaba Carslile en su mente mientras se movía ya de una
manera descontrolaba, saliendo y entrando de mí, entrando y saliendo de ella.
Diablos.
Podía sentir como sus músculos comenzaban a contraerse ¡Y me
estaba volviendo literalmente loco!
OMG me sorprendi pero me encantoooooooooooo,eres genial nena,sigue asi...
ResponderEliminarOh me encanto!!!! dios es tan hot!!!! quiero mas ajajajajajajaja
ResponderEliminarestuvo maravilloso XD
me quede volando con esta historia el papa cullen es terribleblemente adorable bueno lo encuentro fascinante buenisimo tu historia.
ResponderEliminarjajajajajaja muuuuy hot jajajajajaja fue dificil imaginarlo (y creo que escribirlo) pero me encanto (ya lo puse) woooooooooow me quede en shock!!! pobre Carlisle Esme no le da nada :/ jajajajajaja excelente :) millones de me gusta :D
ResponderEliminarATT: Chio Quevedo
Hola wow tu si que sabes subir la temperatura me gusto aunque ahora no se si voy a ver a Carlisle de la misma manera jajaja gracias por compartirlo
ResponderEliminarsaludos y abrazos desde México
wwwwwoooooooooowwwwww me fascino, estuvo super hot!!!!!! siempre me ha gusto los Edward/Carslile♥ deberias hacer una segunda parte, ya sabes para ver como termina la noche un two shot seria super hot ver a Carslile y Edward juntos.......uuuuuuuuuummmmmmm me fascina, sigue asi haces un excelente trabajo y tus historias son grandiosas............see you♥☻☺
ResponderEliminarComo siempre Guadi te luciste, creo que empezaré a leer más seguido en el blog. Nunca había leído un lemmon tan largo! sabía que el Ed/Carlisle funcionaria, es que Papá Cullen es tan rico♥. Deberías continuarlo como para saber que va a pasar a la vuelta a la casa, como la reacción de Esme, etc.
ResponderEliminarOooohhhh, me tienes en trance,intentando visionarlo con imágenes en mi loca y pervertida cabeza y te aseguro que es fascinante!!!
ResponderEliminarTú si que has sabido liberar bien tu imaginación y te felicito por ello.
Un grandísimo OS!!!!!!!!!!!!
Gracias por compartirlo
Besotes
ay nena por diooossss te botaste con este OS, creo que es uno de los mas hot que he leido.. wow, aunque creo que no deberia sorprenderme tanto tu nunca nos defraudas con los lemmon's jajajaja... uff que calor, yo quiero un vampirooooo.!! :)
ResponderEliminarwoww!!!! simplemente eres grandiosa con los "ménage's"!!! y si estoy de acuerdo, con Carlisle se sube la temperatura es de unaa!!!
ResponderEliminarMUY BUEN OS!!! CONGRATULAS...
ooooo cielos esto me encanto muchisimo .... estaria padre ver mas seguido auna bella asi pero con los 4 mienbros de la familia collen esto daria mucha diversidad
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